Philip Geerts: «La fuerza radica en los sueños»

«África tiene algo que, una vez de vuelta a casa, no podréis olvidar nunca: las puestas de sol. Sí, esas que se ven en la televisión y en foto, con ese color naranja intenso manchado por las sombras de los animales en la distancia. Es un espectáculo único, maravilloso, indescriptible. Y esta es una de las muchas fuerzas de África, el famoso «mal de África» del que todos han oído hablar. Esa sensación indescriptible, esa emoción desbordante, ese sentimiento interior que esta tierra es capaz de dejarte, además del reclamo que, una vez en casa, el continente negro ejerce sobre ti». Con estas palabras comienza la entrevista a Philip Geerts, un jugador italiano al que contactamos por videollamada en su casa dentro del Serengeti Golf Club, en Sudáfrica. Italiano de nacimiento, pero africano de adopción, Philip creció primero en Kenia, luego en Italia y, finalmente, en Sudáfrica. Un chico con unos principios firmes, una familia que ama el golf y un objetivo claro y preciso: participar en el European Tour.

Háblanos sobre tu decisión de participar en el Sunshine Tour.

Creo que quedarme en Sudáfrica y competir en este circuito es un buen trampolín hacia la carrera del European Tour. El Sunshine Tour es una escuela de primer nivel que te prepara de la mejor manera posible para dar el salto a la élite del golf. Los jugadores sudafricanos más importantes han pasado por este circuito.

¿Lo tuyo con el golf fue amor a primera vista? ¿Quién te transmitió esta pasión?

Se lo debo todo a mi abuela, que desde siempre ha tenido verdadera pasión por el golf. Crecí con ella y recuerdo que cuando tenía tres años me llevó con ella al campo. Desde entonces no he dejado de golpear bolas de golf.

Si no te hubieras convertido en golfista profesional, ¿qué te hubiera gustado hacer?

Habiéndome criado en África, siempre he practicado muchos deportes, pero la sensación que tenía cuando jugaba al golf no la he tenido con ninguna otra actividad. Después de mi primer partido con nueve años, entendí que el golf era lo mío. La emoción que me provoca este deporte es única, indescriptible, y hace que me levante todas las mañanas con las ganas y el deseo de bajar al campo y dar lo mejor de mí.

Primero Kenia, luego Sudáfrica, Italia y, ahora, nuevamente Sudáfrica. ¿Dónde te sientes más en casa?

Buena pregunta... amo con todo mi corazón tanto África como Italia. A su manera, cada país me ha dado y me ha transmitido algo profundo, así que es imposible elegir.

¿En qué te sientes africano?

Sudáfrica me ha enseñado la actitud en el campo, el luchar hasta el último golpe sin rendirme, sin regalar nunca un golpe en el campo. Y la historia lo demuestra; jugadores como Gary Player y Ernie Els son el ejemplo y un modelo para todos los jóvenes que quieren hacer del golf su profesión.

Prácticamente me has adelantado tus jugadores favoritos...

A mi manera, me gustaría ser la combinación perfecta de dos jugadores que siempre he admirado: Ernie Els y Francesco Molinari. Tener la técnica de Francesco y la elegancia natural de Els. Ves, mi corazón siempre ha estado dividido entre Italia y Sudáfrica.

Eres embajador de Chervò desde 2018. Háblanos sobre esta profunda colaboración.

Es un honor vestir Chervò y llevar la marca por todo el mundo. Además, el hecho de que sea una marca italiana es para mí motivo de orgullo. El diseño unido a los tejidos de alto rendimiento hace que sean prendas perfectas para la práctica de este deporte.

¿Qué valores crees que compartes con la marca Chervò?

Lealtad, respeto y, sin duda, estilo italiano. Recibo muchísimos comentarios positivos sobre mi vestuario en el campo. Les llama la atención mi indumentaria, ¡que nunca pasa desapercibida!

¿Cuáles son tus objetivos para esta temporada? ¿Y tus objetivos a largo plazo?

A largo plazo conseguir la tarjeta para el European Tour. En este momento, estoy trabajando con una entrenadora de rendimiento y nos hemos marcado el objetivo de ganar el Sunshine Tour este año. Me daría una gran ventaja. Subiría de categoría y tendría varios beneficios, incluido participar en más partidos del circuito europeo.

Eres un chico con las ideas bien claras sobre su futuro. ¿De dónde sacas siempre la fuerza para centrarte en la meta final sin echar la vista atrás?

La fuerza me la dan mis sueños y todo aquello que siempre he deseado. Cuando era pequeño entrenaba imaginándome que metía la bola definitiva para ganar el Open Championship. Hoy en día, aún llevo a ese niño dentro de mí, pero, además, soy consciente de que tengo un trabajo que me apasiona y por el que estoy dispuesto a sacrificarme continuamente.

Si te pudieran conceder tres deseos, ¿qué pedirías?

Fácil: conseguir la tarjeta para el European Tour, entrar en la lista de los 50 primeros jugadores del mundo y comprarles una casa en la costa a mis padres. Se lo debo todo a ellos y me gustaría devolverles, aunque fuera a mi manera, al menos una mínima parte de todo lo que han hecho por mí.

¿Cuál sería el «dream team» con el que te gustaría jugar el primer partido del European Tour?

Haría un equipo con Francesco Molinari, Renato Paratore, un gran amigo mío y, además, cruzaría el charco para elegir a nada menos que Tiger Woods.

Todos los jugadores tienen lo que, comúnmente, llamamos «un golpe propio en la bolsa». ¿Cuál es el tuyo?

El drive. Me gusta subirme al tee de salida, ver el hoyo por completo y visualizar el golpe. A pesar de ello, un jugador debe ser siempre tan completo como sea posible. Tener un buen drive y alcanzar distancias considerables no te hace ganar. Es necesario entrenar todos los aspectos del juego e intentar siempre mejorar. En el golf siempre aprendes algo, y eso es lo más bonito; no importa lo bueno que seas, siempre puedes mejorar.

Entonces, en pocas palabras, dinos qué te ha enseñado el golf.

Como todos los deportes, el golf es un reflejo de la vida. Desde pequeño te enseña a ser honesto, porque en el golf no debes engañar, y disciplinado. Cuando crees que puedes conquistar el mundo, llega el golf para enseñarte que con el talento no es suficiente. Tienes que entrenar, darlo todo de ti mismo e ir más allá de tus límites. El golf te enseña a aceptar las derrotas y usarlas a tu favor. A menudo el golf es resiliencia, te enseña a tener esa flexibilidad emocional que te permite no caer, gestionar los imprevistos y disfrutar de cada pequeño éxito.